PROCRASTINACIÓN, ESTADO DEL ARTE
¿Qué es?
La procrastinación es una conducta humana que incita a
aplazar nuestras tareas, aquí mostraremos cuáles son algunas corrientes
intelectuales respecto a esta conducta y como la justifican
algunos científicos, psicólogos, periodistas y sociólogos.
Para comenzar definamos en palabras más finas lo que es la
procrastinación. El término procrastinación viene del latín procrastinare
y significa retrasar, prolongar, aplazar, o posponer la realización
de una tarea. Procrastinar implica realizar una actividad alternativa a la
prevista, y no es sinónimo de ociosidad (Schouwenburg, 2004). ¿Está claro?
Bien, ya sabemos lo básico
sobre la procrastinación, ahora definamos qué es, ¿Una enfermedad? ¿Un
trastorno? ¿Es simplemente una conducta? Estas mismas pregunta se la han hecho
distintos investigadores que han tratado de descubrir las causas de la
procrastinación y así poder atacarlas. La Universidad Libre de Berlín le
otorgó un carácter patológico a este comportamiento humano y lo clasificaron
como un trastorno psicológico, uno de los comportamientos patológicos
más interesantes que descubrió esta universidad fue la culpa, a la cual le
atribuyeron una gran importancia al momento de procrastinar pues las personas
tratan de buscar excusas para justificar su comportamiento. Para reforzar esta
postura la Universidad Humboldt de Berlín hicieron una investigación
descubrieron además de la importancia de la culpa, otras características de los
procrastinadores como lo son el perfeccionismo, la constante autocrítica, el miedo
al fracaso, la ansiedad y el bajo nivel de autoestima. Además el estudio
concluyó que las mujeres sienten más vergüenza que los hombres al postergar sus
actividades y que los universitarios componen la mayor parte del total de los
procrastinadores.
A partir de estas investigaciones han comenzado a salir a
la luz algunas clasificaciones de los procrastinadores, entre las cuales
destaca la hecha por la psicóloga española residente en Argentina, Ana Blesa: “Se dividen en dos grupos:
los compulsivos como yo, y la mayoría: los que quieren cosas pero las postergan
y se quedan en la queja”. Y respecto a la queja de la que habla, dispara: “La
queja es muy adolescente porque lo que caracteriza al adulto es el compromiso y
la persona que posterga y posterga, no se compromete con nada”.
Pero al ser un tema que varias personas han tratado de
explicar, la subjetividad se ha hecho una constante en los estudios sobre la
procrastinación. En contrapartida con las investigaciones anteriores surge
una hecha por el Centro Regulador de Urgencias de Cartagena. Basados en
sus pruebas realizadas afirmaron que la procrastinación no es como tal un
trastorno, más bien es consecuencias de otros trastornos como la depresión y la
ansiedad. Del mismo modo afirman que si la procrastinación no es consecuencia
de un trastorno mental, entonces es solamente un mal hábito y se puede
tratar únicamente con voluntad, contraria a la solución que sugieren
para el otro caso en el cual podría ser necesario recibir medicamentos.
Causas
Las causas de la procrastinación son tan diversas como la
cantidad de personas que la padecen, complicado ¿verdad? Para hacer más fácil
el estudio de estas causas hablaremos acerca de las más repetidas en las
investigaciones hechas por especialistas.
Si partimos de la investigación
hecha por el Centro Regulador de Urgencias de Cartagena, podemos observar que,
las causas de la procrastinación son los trastornos mentales como depresión,
ansiedad, etc. Pero si partimos del punto de vista donde la procrastinación es
un hábito o un trastorno mental podemos ver similitudes en las causas,
propuestas por Alicia Urrea, el diario digital Nuevas Tecnologías y por el sitio
de emprendedores IQ Matrix.
La primera es la falta motivación,
que se origina al enfrentarse a una tarea aburrida o que no ofrece ningún tipo
de satisfacción y se hace únicamente para cumplir; la segunda causa es la
dificultad, esta es cuando una tarea resulta muy difícil y las personas deciden
postergar el momento para comenzar a hacerlas hasta el momento más lejano
posible; otra es la indecisión, clásica cuando se tiene que tomar una decisión
importante y que tiene un grado de riesgo alto, que se tiene que asumir para
obtener un beneficio, las personas normalmente tardan mucho en decidir y lo
dejan para después; acompañada de la causa anterior nos encontramos con la baja
autoestima y la inseguridad, que provocan que las personas nunca enfrenten sus
obligaciones por el miedo a fracasar; ahora es turno del perfeccionismo, esta puede
ser la raíz de un tipo procrastinación distinto, en este caso no se retrasan
las tareas, sino que se le dedica demasiado tiempo a una sola pues nunca se
está conforme con el resultado que se tiene; la última causa que se tiene en común es el exceso de
confianza que produce que se tengan expectativas muy altas sobre la tarea y
suceda algo similar de lo que sucede con el perfeccionismo, pero en este caso
también se posponen las actividades a realizar.
¿Cuándo
procrastinamos?
Para responder esta pregunta es importante que miremos todo lo que hacemos, pero sobre todo qué es lo que no hacemos, partiendo de ahí podemos saber que tan expertos somos en postergar las cosas y por lo tanto sabremos como actuar frente a esta situación. Según estudios hechos por Universidad Libre de Berlín la mayoría de las personas que procrastinan lo hacen en actividades que resultan tediosas o que tienen algún grado de obligación como lo es la tarea, un asunto del trabajo, saldar una deuda, etc. Y las sustituyen por otras que resultan más entretenidas o por lo menos exigen menor esfuerzo. La situación podría parecer no tan grave pero existen otras personas que por su parte procrastinan ante actividades personales e incluso, según el mismo estudio, llegan a perder el trabajo, amistades y parejas.
¿Solo yo
procrastino?
En realidad no lo eres, pero no es una noticia que puedas usar para justificarte, ni para volver a tu zona de confort, en estudios
realizados por la Universidad Complutense de Madrid 20% de los adultos postergan frecuentemente sus
actividades, y afirma que este fenómeno se incrementa más en los jóvenes,
siendo la familia y la escuela los factores determinantes en ello,
estableciendo que los jóvenes que tienen padres con un nivel de escolaridad
bajo y un mayor número de hermanos son más susceptibles a procrastinar y si a
esto se le suma el fracaso escolar las cifras se disparan.
Por otro lado en estudios hechos
a universitarios se demostró que invierten la mayor parte de su tiempo en
la escuela, dividido en clases, exámenes y actividades extraescolares, aunque
al ir más a fondo se descubrió que un 70% de ellos aplazan actividades de
importancia, acumulando así una mayor carga de trabajo en semanas de entregas
lo cual dificulta la realización correcta de trabajos y su entrega oportuna.
Ante esta situación solamente un 25% de los universitarios “postergadores” la
reconocen como una dificultad para trabajar adecuadamente. Estos datos
demuestran que la procrastinación aún no es vista como un problema por la
mayoría de las personas, esto se debe a la idea errónea que se crea en el
cerebro acerca de que a pesar de las complicaciones todo salió bien y que en
realidad así estuvo planeado en un inicio.
Consecuencias
La procrastinación podría ser la causa de algunos de los
problemas más comunes en el país como lo son la obesidad, el fracaso educativo
acompañado del creciente número de “ninis” y problemas económicos.
En cuanto a la obesidad se refiere
México ocupa el primer lugar en obesidad infantil y adulta, se tienen datos que
indican que un 70% de los adultos en México padecen de sobrepeso y a ellos se
suman cuatro millones y medio de niños de entre cinco y 11 años. De continuar
la tendencia actual en 10 años, más del 90% de la población padecería esta
enfermedad. Pero por qué no se hace nada al respecto, a pesar de que todas las
personas con sobrepeso conocen el riesgo de padecerlo, sufren de baja
autoestima y no se sienten bien consigo mismos, no hacen nada, aunque tienen a
su alcance las soluciones. El hacer ejercicio y alimentarse sanamente, parecen
ser propósitos de la mayoría de las personas, datos de una investigación del
diario electrónico Nuevas Tecnologías indican que un 70% tienen dichas
intenciones pero estas simplemente no prosperan porque las personas deciden
dejarlo para otro día.
El fracaso educativo es otro
problema que afecta demasiado a la sociedad en México, el fracaso escolar se
refiere a que un estudiante no alcanza el nivel de rendimiento para su edad,
produciendo muchas materias reprobadas y a la larga deserción escolar.
En México un estudio hecho por una institución
gubernamental arrojó que un 93% de los estudiantes de primaria avanzan hacia
secundaria. Pero es ahí donde comienzan a suscitarse los problemas, debido
quizá a que se gana un poco más de autonomía y a que los padres dan mayor
libertad a los hijos para decidir si deben o no hacer la tarea. Se calcula que
32% de los estudiantes reprueban por lo menos una materia si es que no repiten
el curso y de ellos un 29% lo hace por razones ajenas a su capacidad intelectual
o algún tipo de problema o trastorno psicológico. El mismo estudio escupe que 29
de cada 100 jovenes abandona la escuela porque ya no le gustaba la escuela
donde estaba, compañeros, etc. Y 49 de cada 100 jóvenes lo hace para trabajar.
En estos casos los jóvenes ven
únicamente el abandono escolar como algo momentáneo y que pronto regresaran,
cuando encuentren una mejor escuela o puedan dejar de trabajar pero la realidad
es que aunque exista esa posibilidad muy pocos regresan y muchos otros
prefieren esperar un año y otro y otro más. A partir de esta situación han
surgido los ninis.
Otra complicación derivada de la
procrastinación son los problemas económicos y con esto me refiero a los
problemas que enfrentan todos los hogares mexicanos y que normalmente no toman
sus prevenciones para ellos. Según un estudio de la aseguradora Axa 84% de los
mexicanos no tienen la costumbre de ahorrar, 43% no tienen un “colchoncito”
para enfrentar algún problema que pueda surgir y las afores únicamente reciben
6.5% del salario de los trabajadores. Ante estos datos Miguel Ángel Vargas
opina que: “No es que al mexicano no le interese estar preparado para las
épocas difíciles o que no le importe cómo vivirá la vejez, es que decide
hacerse cargo de estos asuntos después: procrastina”. (2011)
Tratamiento
En México aún no se le considera un verdadero problema que
deba tratarse como se hace en algunos otros países a través de terapias
reeducativas. Por ejemplo en España existen varios métodos para tratar este
problema uno es la hipnosis y otro depende del tipo de actividades que posterga
el paciente, si se trata solo de un mal hábito únicamente se necesita de la
voluntad del paciente para superar la situación pero si se trata de un hábito
derivado de algún tipo de trastorno como la depresión, ansiedad, etc. Se
necesitan una terapia cada semana durante 14 o 16 semanas.
Por su parte el Centro Regulador de Urgencias De Cartagena, Colombia, sugiere buscar ayuda en especialistas quedeberán buscar la relación entre la procrastinación y algún trastorno psicológico (si es que lo hubiera), para atacar el problema de la forma adecuada, incluso con medicamentos, acompañados obviamente de la terapia clásica brindada por los psicologos a sus pacientes.
Por su parte el Centro Regulador de Urgencias De Cartagena, Colombia, sugiere buscar ayuda en especialistas quedeberán buscar la relación entre la procrastinación y algún trastorno psicológico (si es que lo hubiera), para atacar el problema de la forma adecuada, incluso con medicamentos, acompañados obviamente de la terapia clásica brindada por los psicologos a sus pacientes.
Desgraciadamente vivimos en un país
en el cual los habitantes tienen el mal hábito de procrastinar demasiado y este
no es visto como un problema, por lo tanto no recibe la atención necesaria y
permite que este hábito siga creciendo dentro de la sociedad de un país que
está llamado a ser GRANDE pero que simplemente posterga el momento de serlo.
REFERENCIAS: todos los datos los puedes encontrar aquí <---- en el apartado "Lo que necesitas saber de la procrastinación".
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